jueves, 12 de abril de 2012

EL PADRÓN ELECTORAL

El artículo 39 de la ley 275-97 (Ley Electoral), expresa que el Registro Electoral "consistirá en la inscripción personal, obligatoria y gratuita de todo individuo y ciudadano dominicano que, de acuerdo con la Constitución y las leyes, se encuentre en aptitud de ejercer el sufragio y, además, en la inscripción de los menores que vayan a cumplir 18 años de edad antes o en la fecha de las más próximas elecciones".
El registro fotográfico de los ciudadanos y ciudadanas aptos para ejercer su derecho al sufragio, distribuidos en Colegio Electorales, forman el Padrón Electoral.

El Padrón Electoral es un universo in crescendo y cambiante para cada elección; en el 1996 estaba constituido por 3 millones 740 mil 843 electores, y para las elecciones del 20 de mayo del 2012 registra 6 millones 502 mil 968. Están excluidos los militares y los policías, que por
disposición Constitucional son apartidistas y no deliberativos, y en consecuencia están incapacitados para ejercicio del sufragio; tampoco podrán estar incluidos en el padrón electoral las personas que hayan perdido los derechos de ciudadanía (Art. 23 de la C.R.D) y a quienes se les hayan suspendidos esos derechos (Art. 24 C.R.D.), entre ellos los que hayan sido condenados a pena criminal, hasta el término de la misma o quienes hayan sido declarados legalmente interdictos, mientras dure la interdicción. No deben estar incluidos los muertos, pero todavía el padrón adolece de fallas en ese sentido.

Una comisión de expertos de la Organización de Estados Américos (OEA) acaba de concluir una auditoría al padrón y afirma que es confiable.

No obstante, como los errores son de humanos, junto a los difuntos y difuntas, suelen aparecer guardias y policías, pero no creemos que su proporción pueda influir en los resultados electorales.

La Junta Central Electoral, con suficiente tiempo, pone a disposición de los partidos políticos reconocidos el Padrón Electoral, a fin de que lo revisen exhaustivamente y hagan las observaciones y recomendaciones de lugar.
Los registrados se distribuyen en Colegios Electorales, cuya conformación tiene en cuenta el domicilio real indicado por el elector al momento obtener su Cédula Personal de Identidad y Electoral. Hasta que el titular de la cédula no notifique un cambio en su domicilio, permanecerá registrado en su Colegio Electoral original

Legalmente se ha fijado en 400 la cantidad de electores en cada Colegio Electoral, pero la misma ley otorga a la Junta Central Electoral la potestad de incrementar hasta 600 la cantidad de electoral, debiendo de dividir el colegio si sobrepasan esa cantidad. De ahí que un elector que aparecía registrado, por ejemplo, en el número 427 del colegió No. 5, cuando ese colegio tenía 598 miembros, al sobrepasar 600 podría figurar como el No. 127 del Colegio 5-A. Por eso los ciudadadanos y ciudadanos, o los departamentos de organización y electoral de los partidos, tienen que dar seguimiento a los cambios que se producen en el padrón electoral. Hay que reconocer que la JCE divulga información idónea con mucho tiempo de antelación, disponible para todos, de manera que nadie puede alegar que los dislocamientos son maniobras con fines fraudulentos. Desde que se creó el Registro Electoral fotográfico, la tasa de abstención ha ido en aumento, osciladando entre 22.38% (1996) hasta 29.61% (2008), por lo que presumimos que la abstención podría alcanzar el 29% en las elecciones del 2012.

La dirección del PRD, incluyendo la gestión de Miguel Vargas, ha sido extremadamente negligente en cuanto a dotar al partido de un padrón actualizado y confiable. Tal falta de previsión constituye un punto débil cuando se trata de evaluar la correlación de fuerzas dentro de un Colegio Electoral. Ignoramos si hay equipos trabajando con el universo de los electores inscritos en el Registro Electoral y distribuidos en los Colegios Electorales, colegio por colegio. Hemos contactado a más de cien electores perredeista y todos ignoran la cantidad de votantes de sus respectivos colegios y cuántos están políticamente identificados. Hay que hacer ese trabajo y el tiempo se está agotando.

Como el PRD, junto a los movimientos del poderoso sector externo que apoya a Hipólito Mejía, dispone de suficientes recursos humanos y el apoyo logístico necesario, en menos de dos semanas se podría hacer el trabajo necesario para comprobar la preferencia electoral de los electores, colegio por colegio, y planificar y ejecutar las acciones necesarias para fortalecer la intención de voto a favor de nuestro candidato. Las elecciones se ganan o se pierden en los colegios electorales. Ahí se hacen o se impiden las trampas, se compran o venden delegados, y se demuestra la responsabilidad y capacidad de las personas que representan los intereses del candidato y del partido.

El ingeniero César Sánchez, Director de Asuntos Electorales y uno de los estrategas de la campaña de Hipólito Mejía conoce de esos asuntos, pues a su talento natural para organizar y dar seguimiento a estos trabajos, suma una gran vocación de servicio y un valioso caudal de experiencia.

Desde las elecciones del 1996 hasta las elecciones congresionales del 2010, durante 44 años, el autor de este artículo estaba registrado en el Colegio Electoral No. 7 del municipio de San José de Ocoa. Por asuntos familiares y profesionales cambie de domicilio y de Colegio Electoral, y actualmente soy elector del Colegio Electoral No. 1520, ubicado en el Seminario Pontificio Santo Tomás de Aquino, en la avenida Sarasota esq. Núñez de Cáceres, sector Los Maestros, del Distrito Nacional. En ese colegio votaré por Hipólito Mejía. Me gustaría reunirme con todos los electores identificados con Hipólito Mejía para planificar acciones concretar para incrementar nuestras posibilidades, pero los canales institucionales parece que no están trabajando en ese sentido, y el sector externo tampoco.

A los encargados de trabajar con los electores de cada uno de los colegios electorales, incluyendo por supuesto el colegio No. 1520, les exhortó a apurar el paso, y a comenzar desde ya a convocar a los electores identificados con Papá. Recordar que las caravanas y los bandereos son buenos para calentar los ánimos, estimular la participación y alimentar la percepción, pero no son suficientes para GANAR LAS ELECCIONES.

A estas alturas, cada una de las personas conscientes que se ha identificado con Hipólito Mejía, está esperando que alguien toque su puerta. Cada uno de nosotros, personalmente, debemos asumir la resonsabilidad de nuestro Colegio Electoral, independientemente de que participemos en bandereos, distribución de propaganda, caravanas, calentamientos, seminarios, charlas, etc. Los electores que nos sentimos comprometidos con garantizar que las simpatías se conviertan en votos, debemos dar seguimiento a cada uno de los electores de nuestro colegio. Eso es posible.

En estos momentos tenemos una buena ventaja, pero con un trabajo metódico podemos incrementarla y desestimular los eventuales pataleos.

lunes, 9 de abril de 2012

PRESENTACIÓN

Hola: Mi nombre es Víctor Martínez Pimentel, abogado, dedicado 24/7 al trabajo político a favor del triunfo de Hipólito Mejía.

El Partido Revolucionario Dominicano me postuló como candidato a la Sindicatura del municipio de San José de Ocoa para las elecciones del 16 de mayo del 1982. Obtuvimos el triunfo con una cómoda ventaja.
Han caído algunas lloviznas desde entonces, pero 30 años más tarde el deseo de servir a la sociedad y defender las mejores opciones electorales, se mantiene inmarcesible y con la misma intensidad.

En aquel entonces los Comités de Base del PRD, con un mínimo de 32 miembros y un máximo de 64, eran unidades de acción efectivas, vinculadas al quehacer cotidiano de su sector. No había clientelismo, y era una alta distinción ser seleccionado para representar los intereses del Partido en cualquier escenario. El delegado asumía su compromiso con honor y desinterés, y conocía a todos los electores que votaban en la Mesa Electoral asignada. De hecho, ya la Dirección Política en cada municipio tenía un cifra aproximada de los sufragios a obtener en cada mesa. Las cosas han cambiado.

En el 2004 el Partido Revolucionario Dominicano consideró que la creación de los Colegios Electorales obligaba al partido a crear estructuras de base integradas por electores de un mismo colegio. Han pasado ocho años y la dirección del PRD aún no ha iniciado los trabajos para organizar su base electoral. Es un error que crea debilidades para la defensa del voto en los colegios electorales.

Ya no hay tiempo para organizar la base del partido, pero queda tiempo para tomar las previsiones de lugar y garantizar la transparencia del escrutinio, y evitar que nos roben las elecciones, tal y como sucedió con las elecciones congresionales del 2010.

Este espacio, que hemos bautizado como DEFENSA ELECTORAL, abriga la esperanza de captar la atención de las personas que tienen en sus manos las tareas del día D, el día de las elecciones, y de a quienes se les ha confiado la formación y designación de los delegados que defenderán el voto de Hipólito Mejía en las elecciones del 20 de mayo.

Matemáticamente, Danilo Medina y Félix Bautista están derrotados. Sólo tenemos que convertir en votos a los tres millones de dominicanos que se identifican con la candidatura de Hipólito Mejía, e impedir que nos roben las elecciones en los colegios electorales.

¿Qué hacer?

Mañana hablaremos del Padrón, en sentido general, de los Colegios Electorales vulnerables y algunas previsiones ante eventuales intentos de fraude.